Tenía necesidad de cambiar cosas de su lugar habitual, así que con ayuda de manos amigas me ha resultado más fácil, pero necesitaba escuchar ¡¡¡para qué te sirve!!! antes de desecharlo, y durante ese trayecto me doy cuenta de cuánto objeto inútil ha convivido conmigo durante muchos años...
Hoy que he logrado huecos en los armarios, estoy tan contenta, que próximamente amenazo que pienso hacerlo también en mi corazón, pues hay que quedarse sólo con las personas que te quieren, porque las demás¡¡¡para qué te sirven!!!
Y como en mi corazón ya tengo las personas a las que les importo mucho, con los que no son así ¡¡para qué me sirven!! dejo también hueco...
Mi corazón es un hotel de capacidad limitada, pero es un cinco estrellas...
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