miércoles, 30 de enero de 2013

SONRISA SIN LAGRIMA

El país está huérfano de sonrisas y es que casi nada nos provoca  hacerlo. Yo sin que haya motivo alguno sonrío y esta actitud les resulta llamativa a la gente. Cuando cuentas sonriendo un problema a un amigo cambia la forma de escucharte,  si estás serio (aunque el problema lo sea)  en ese momento dejas de ser menos "pelmazo."  No olvidemos que para ese amigo eres como un enfermo de la Seguridad Social, que cada quince minutos tiene que diagnosticar el problema que le plantea cada uno y, ya con los suyos tiene bastante....
Hecha esta reflexión mis problemas son muy míos y les doy salida únicamente a unos pocos
privilegiados,¡¡¡osea a todos lo que me quieran escuchar!!! menos al psiquiátra,  pero eso si, con una sonrisa garantizada de oreja a oreja. Los problemas no me desaparecen pero se atenúan al igual que el dolor físico.
Sigo hablando de  la sonrisa para que la llevemos puesta todo el día como un zapato.  Yo no acostumbro a comprar "la farola" y suelo decir "no" con una sonrisa, y me da las gracias cómo si se la hubiese comprado. Demuestro tener razón al decir que las personas están huerfanas de "sonrisas". Ahí lo dejo....


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